La Imagen Corporativa es básicamente: “Cómo queremos ser percibidos por el público”; en tanto estamos ya tocando temas de PSICOLOGÍA SOCIAL, nos vamos dando cuenta de que la construcción de la imagen corporativa va mucho más allá del diseño gráfico: necesitamos echar mano de una serie de conocimientos para construir herramientas de lenguaje que nos ayuden a “implantar” esa imagen en la mente del consumidor.
La Imagen Corporativa incluye cosas como:
- ¿Con qué adjetivos deseas ser percibido por tu público (sólido, confiable, agresivo, irreverente, tecnológico, frío, generoso, elegante, jovial, etc.)?
- ¿Con qué tipo de lenguaje vas a hablar con tu público (formal, retador, familiar, popular, etc.)?
- ¿Con qué tipo de empresas quieres que te relacionen?
- ¿Qué tipo de canales de contacto deseas establecer con tu público (presencial, e-mail, teléfonico, redes sociales)?
- ¿Qué tipo de contenido produces / compartes?
- ¿Qué se puede esperar de ti?
Ventajas de tener una imagen corporativa profesionalmente desarrollada
Una imagen corporativa profesionalmente desarrollada nos facilitará el trabajo futuro en todo lo que concierne a diseño de piezas para cualquier tipo de campaña o estrategia de mercadeo; ya han sido sentadas las bases a niveles profundos, en lenguaje concreto, mucho más sencillo de entender para cualquier profesional de la producción gráfica o audiovisual.
Una imagen corporativa definida le otorgará coherencia a todas nuestras comunicaciones, una cualidad muy valorada en el mundo comercial.
Una imagen corporativa sólida y bien definida facilita y propicia la buena voluntad de clientes potenciales que aún no han entrado en contacto con nuestros productos /servicios. Manipulamos los valores y experiencias previas del individuo para que inconscientemente nos confiera cualidades como la seriedad y confiabilidad, cualidades que todos deseamos en la gente con la que trabajamos. En otras palabras, una imagen corporativa adecuada nos ayuda a que nuestros corelacionados nos miren con mejores ojos, aún sin conocernos bien.
Los empleados de una empresa con una imagen corporativa adecuada, sólida, atractiva y que cubra todos los aspectos mencionados, se sentirán amparados y representados, sentirán más confianza y apostarán más por el equipo que por sí mismos; estarían felices de sentirse parte de un “todo” que les gusta.
Los proveedores tienden a dar más confianza y respeto a priori a empresas con imágenes corporativas profesionalmente desarrolladas y establecidas.
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